Reconocer la necesidad de ayuda es el primer paso para crecer desde nuestra autonomía.
Reconocer la necesidad de ayuda es el primer paso para crecer desde nuestra autonomía.
Cuando podemos sentir el dolor acompañados/as y podemos expresarlo, éste se transforma, y deja de ser sufrimiento.
A medida que nos hacemos mayores, si no hacemos ningún trabajo personal, nuestra estructura somatopsíquica se va cerrando y va ganando rigidez; del mismo modo que nuestros músculos van perdiendo tonicidad. Siempre estamos a tiempo de cambiarlo, no hay una edad límite.
¿Qué nos aporta la terapia?
Cada persona es diferente, tiene una historia personal única y unas necesidades concretas, y es en esto en lo que nos focalizaremos. En términos generales podríamos decir que el proceso terapéutico nos ayuda a mejorar la confianza en nosotros mismos/as, a sentir la conexión con nuestro cuerpo y nuestras emociones. A sentir el impulso (desde las diferentes necesidades instintivas, como son la necesidad de protección, de cuidado y nutrición afectiva, de autonomía, de sexualidad y conocimiento), entender que nos pasa y porqué.
Nos ayuda a mejorar la relación y la comunicación con las personas de nuestro entorno, nos será más fácil poner límites y pedir aquello que necesitamos.
¿Quieres sentirte acompañada
y respetada durante la crianza?
Consulta para más información sobre los grupos actuales.